En tu cabeza tienes un mar de ideas y en tus manos tienes montañas con cohetes. Tienes cara lisa, no como el señor que ba sentado junto a ti en el tren.
Estás sentada y estás completamente perdida. Traes puesto la chamarra que te regaló tu mamá y usas la mochila de tu primo. Tienes sueños de construir libros, sueños de documentar cosas hermosas. Ahora tienes ganas, no como hace dos semanas.
También, mijita, tienes celos en tu corazón. Tienes celos y también tienes miedo. Miedo de no ser todo lo que crees poder ser. Todo este habla de lo que es y lo que no te confunde y dejas de intentar, más bien, empiezas a intentar.
Y así, mi vida, te pierdes. No te acuerdas de donde vienes ni quien te ama. Llevas la boca cerrada y el corazón bajo tu sudadera. Eres tu, la niña verde limón que ahora es de madera, viajando en un tren de la línea verde con interiores de madera.
Niña, niña, no te pierdas. Nos estás sola, aunque sea solo tu espíritu el que te acompañe. Sube una montaña y mejor no la bajes.
Y niña.., por favor, escribe. Escribe lo que te dice tu corazón y lo que te dice tu mente sin tener miedo de no ser lo que tu crees que las personas quieren.
Se fuerte.
Se valiente.
Y no escuches al hombre gritando en el tren.
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