El Apartamento Trece-Cero-Ocho

Era mio. Alquilado solamente por 3 semanas, pero era mio. Un mini apartamento con la vista más hermosa de todo el edificio, en el piso maldito. Sinceramente no soy muy supersistiosa, pero me aceleraba el pensamiento de estar en un piso 13.

Viví con una chava genial. Las dos estabamos en el mismo programa, pero ella en el módulo de diseño de moda. Al principio no nos hablabamos mucho, ya que ella vino diréctamente desde Corea y por el cambio de horario dormía todo el día.

Mientras más tiempo pasaba, nos volvíamos más inseparables. Las dos teníamos amigas de nuestras diferentes clases, pero al final del día regresabamos a contarnos todo, a ir al super o a pintarnos las uñas en Sephora.

Esas 3 semanos fueron todo lo que podía pedir y más. Estar de 9 a.m. a 1 p.m. imprimiendo en el cuarto obscuro. Tener que tomar 2 rollos diarios de tarea. Un paraíso creativo. Y lo mejor de todo, es que ahora sé lo que quiero ser y que no puedo ser nada más.